Lo de “india” no
le molesta porque luego nos manifestó lo siguientes: “yo les digo que todos
hemos sido indios, y los indios han sido personas, solo que les falta
educación, han sido católicos, no se saben expresar porque no han tenido
educación. Ellos adoraban al sol y cumplían. No tenían la educación de
nosotros. “Mi apellido es legítimo” de la Argentina, yo le decía a mi marido”
Al preguntarle si
sintió hablar de qué origen es el apellido Talquenca la referencia inmediata
fueron sus maestros “Yo lo que sé es que los maestros que teníamos decían que
era indígena, que eran caciques. Creo que eran huarpes, no sé. Yo digo eso,
pero no entiendo”.
Una vez analizado el relato de Amada se extrajeron frases que marcan abstracciones de su vida y que nos permitieron ser testigos de una experiencia de vida.
Testimonio 1
“A mí no me van a
enseñar nada. Yo no me voy a morir de hambre. Sé carniar un chivato, en cambio
ahora.”
“Cuando voy a
Córdoba y veo los trigales y maizales, me acuerdo de mi infancia…”
“Yo quisiera pedir
un caballo ahora y recorrer esos campos, pero me dicen que ya no está todo como
antes”
“Voy a correr
juerte (sic) como los indios: subíamos a los caballos (gesto con las manos) y
“rajábamos”
“Cuando ellos
sembraban trigo hemos vivido muy bien. Nunca nos faltó nada. El abuelo
contrataba gente Y tenía carros grandes. Me acuerdo que la uva la cortaban y
las llevaban en esos carros porque no había camiones”.
(*) Directora del Instituto de
Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de
la UNSJ. Miembro de la Academia Argentina de Letras.
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 411 del 15 de septiembre de 2024