¿Quien podría suponer que aquellos jóvenes nacidos en un pequeñísimo pueblo de Andalucía llegarían a generar una familia de gran tascendencia en San Juan? Brígido Victoria y Piedad González nacieron en el año 1873 en Rubite (Granada, España). Con sólo 17 años, en 1890, deciden emigrar de una España empobrecida y parten hacia la Argentina. El destino final sería Villa Independencia, Caucete.
Desde chico dedicado a las tareas agrícolas, Brigido se dedicó a hacer parrales en Caucete. Eso le permitió hacerse de un pequeño capital que le posibilitó en 1914 comprar 14 hectáreas y posteriormente construir una bodega de 600 cascos.
Mientras tanto, la familia se agrandaba. Brigido y Piedad tuvieron 5 hijos: Manuel, Domingo, José, Juan y Herminia.
Pronto los hijos se fueron sumando al trabajo. Fue así como la Bodega fue construida por Brígido y sus hijos trayendo piedras en carros desde el cerro Pie de Palo y fabricando los ladrillos en un horno dentro de la propia finca. La familia comenzó a enviar su vino a Buenos Aires en bordalezas, con la marca Crisol. Uno de los hijos, Domingo, era el encargado de recibir los envíos en la Capital Federal en los años 30.
Los Victoria llegarían a ser importantes productores. Entre Manuel, Domingo y José llegaron a tener 160 hectáreas de viñedos y 50 de olivos. Fueron de los primeros en hacer perforaciones en sus fincas para extraer agua subterránea. Sus nietos Roberto y José continúan hoy con la explotación de viñedos y la bodega. Pero no todo fue producir. Los Victoria también serían importantes en la vida pública. Durante la gobernación de Don Pedro Valenzuela (1942), Domingo Victoria fue intendente del departamento 25 de Mayo y José Victoria del departamento Caucete simultáneamente. Además, José Victoria (hijo de Brígido) y Roberto Victoria (nieto) fueron directores suplentes del INV en distintos períodos. En la gobernación de Carlos Gómez Centuríón, Roberto fue presidente del Agroviticola.
Pero sería otro de los hijos el que alcanzaría mayor proyección. Juan, el cuarto de los varones, estudio Ingeniería y fue becado por el gobierno de la provincia para perfeccionar sus estudios en EE.UU. A su regreso trabajó unos años en yacimientos petrolíferos de Salta. Radicado ya en San Juan, fue ministro del gobierno de don Ruperto Godoy, en los años 50. Tuvo mucha participación en el Observatorio Astronómico “El Leoncito”. Fue un gran artífice de los convenios con universidades norteamericanas que posibilitaron la instalación de grandes telescopios y la creación de la reserva astronómica en Barreal. En su carrera, Juan ocupó diferentes cargos. El más trascendental fue el de presidente del Consejo de Reconstrucción, luego del terremoto. A su gestión se debe la construcción del auditorio que hoy lleva su nombre. Su último cargo fue el de ministro de Economía durante la gestión de José Augusto López. Digamos que aquella parejita llegada desde Andalucía formó una gran familia sanjuanina. Hoy calculan que son 115 entre nietos, bisnietos y tataranietos. Muchos de ellos profesionales universitarios.