El 11 de noviembre de 1964 muere en Buenos Aires el célebre músico Juan de Dios Filiberto. Trabajó desde niño como albañil, estibador y oficial tornero en los astilleros que la empresa Mihánovich poseía en La Boca. Activista gremial de ideas libertarias, intervino en las grandes huelgas portuarias de 1907.
Se comenzó a vincular al ambiente musical trabajando como maquinista en el Teatro Colón, hasta que a los 24 años ingresó al Conservatorio de Música. Incorporó en su Orquesta Porteña instrumentos que no solían utilizarse en el tango, como el clarinete, la flauta y el armonio y fue hasta su muerte director de la Orquesta Popular Municipal de Arte Folklórico.
Se le deben composiciones antológicas, entre las que cabe mencionar "Caminito", "Quejas de bandoneón", "Malevaje", "Clavel del aire", "Guaymallén", "El último mate", "La Vuelta de Rocha", "Compañero linyera", "Botines viejos" y sinfonías como "Rondino", "Impresiones porteñas", "Leyendas de la pampa", "Sinfonía de arrabal".
Había nacido en un conventillo de la calle Necochea al 200, La Boca, el 8 de marzo de 1885.