Fue un salteño dedicado a la ganadería, que en Caucete sembró trigo, construyó un molino harinero y un gran almacén. Fue el primero en traer las cepas Malbec desde Francia y pionero de los modernos viñedos hacia 1870.
Justo Castro nació en Rosario de Lerma, provincia de Salta el 17 de octubre de 1837, hijo de Manuela Elizondo y José Julián Castro, un militar con actuación en las luchas por la independencia, a las órdenes de Rondeau, Belgrano y Güemes. En 1856, contando con veinte años de edad y con un pequeño capital, se dedicó primeramente a la actividad mercantil diversa y posteriormente al comercio de mulas con Bolivia, operando en mercados de Potosí, Cochabamba y La Paz.
En 1862 se traslada a la provincia de San Juan para comprar ganado mular, vinculándose en esa provincia con Domingo F. Sarmiento. Su negocio de venta de mulas y burros se incrementó no sólo con Bolivia sino que amplió sus negocios a Chile, con lo que puede considerárselo dentro de la categoría de comerciante “no productor”, viajando con sus mercancías por diversos circuitos transfronterizos.
Sin abandonar esta actividad, y tal vez pensando que la pronta llegada del ferrocarril terminaría con el negocio ganadero y había que buscar nuevos rubros, comienza a cultivar trigo en San Juan e instala en Caucete una gran casa comercio, almacén de ramos generales, y un molino harinero con la compra de la primera máquina a vapor que trajo desde Rosario con bueyes.
Por aquellos años habían muy pocos viñateros y todo se cultivada en viña baja, siendo las principales especies de uvas: Moscatel para aguardientes y pasas, Ferral para uva de mesa, Criollas y Mollar para vinos que se consumían en las casas, “de mesa”.
A los 27 años se radicó en San Juan uniéndose en matrimonio con doña Rosa Cardozo Rawson, hija de don Martín Cardozo y doña Rosa Rawson.(4)
Castro tiene muy buena relación con René Lefebre, un ilustrado vitivinícola francés contratado por Chile quien lo estimula a que ingrese al negocio de producción de uvas y vinos. Tiene además relación con Michel Pouget, agrónomo francés, director de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Viñedos y Cepas Francesas:
En 1876 inicia la plantación de viñedos con cepas francesas directamente introducidas de Burdeos, traídas y recomendadas por Pouget. Según Rodolfo Richard-Jorba en su libro “La región Vitivinícola Argentina” explica que fueron 500 cepas Malbec que pronto se expandirían y, en 1882, produjo las primeras 1.500 bordelesas de vino, unos 3.000 hectolitros, llegando a 7.000 en 1886, año en que disponía de 250 mil cepas implantadas metódicamente en rectas paralelas y equidistantes y divididas en cuarteles, separadas por anchos callejones.
El cultivo vitícola y la bodega se completaron con el desarrollo de la etapa comercial, que convertiría muy tempranamente a Castro en un bodeguero integrado con sucursales y fraccionadoras, casa consignatarias, localizadas en Buenos Aires y la Plata. La firma era Castro Hnos. Sus hermanos lo hacían trabajando la viña en San Juan y él vivía en Buenos Aires. En una destacada innovación para la época, contrató en 1887 a un enólogo austríaco para dirigir la bodega.
La viña tenía 52 hectáreas con una densidad de 4.800 plantas por hectárea, esto indica que era un viñedo moderno preparado para la producción a gran escala. Dos años más tarde Castro se asoció con el italiano Conde de Médici, el catalán Luís Castells y el salteño Francisco Uriburu, hermano del presidente José Evaristo Uriburu.
Simultáneamente llegaron desde Chile dos vagones cargados con sarmientos destinados a ampliar sus plantaciones. Introdujo las cepas de Cabernet, Pinot, Chateorouge y Semillón para vino champagne. Por esa época hizo llevar cepas francesas a Cafayate, Salta.
Bodega Modelo en San Juan:
Al finalizar el siglo esta bodega era la más moderna de San Juan y una de las mejores equipadas del país. Pocos años más tarde, Uriburu era el único propietario con 250 hectáreas de viñedos divididas en tres secciones denominadas ''''''''Castro'''''''', ''''''''Castells'''''''' y ''''''''Uriburu'''''''', las cuales se subdividían en cuarteles de 2 hectáreas cada uno. Sólo una pequeña parte de la viña inicial del fundador era conducida con técnicas de tradición colonial de cabeza pero el resto espalderos.
La sección “Castro” mezclaba sistemas tradicionales y modernos de conducción de viña. Sin duda Justo Castro fue uno de los promotores de la moderna vitivinicultura nacional, junto a Emilio Civit, Eusebio Blanco y Tiburcio Benegas con viñedos en Mendoza. Ellos querían reproducir el modelo francés, con la producción de vinos con tipos y calidades similares.
En 1885 por los contactos con Sarmiento proveía de vinos a toda la Armada Nacional. Contrato en Europa al catador francés José Gavaldadt, al italiano Paulansani y al austríaco Paúl Wench para mejorar su bodega. Bajo la supervisión del doctor Wench fabrica enocianina, y trata de hibridar variedades de vid. Instaló el primer dinamo en la región para dar luz eléctrica. Fue también un gran benefactor de Caucete.
Entre 1900 y 1940 la bodega pasó a llamarse “Uriburu” por el socio mayoritario del viejo grupo al que vendió Castro en 1889. Desde 1920 entró en una pronunciada decadencia, hasta que fue rematada y adquirida en 1943 por la “Sociedad Anónima El Parque”.
Con ese nombre se la conoció durante el resto de su vida útil, casi siempre vinculada a productos típicos regionales como moscateles, mistelas, vinos licorosos y también algunos blancos y tintos convencionales.
En la década de 1990 su actividad declinó hasta completar el cierre total y definitivo, que acabó resultando en un virtual abandono.
Castro tuvo una participación política importante por lo que él significaba. Así fue elegido en 1893 vicegobernador y Domingo Morón gobernador. Asumió la Vicegobernación con 56 años, el 12 de mayo de 1893, completando el período de tres años por renuncia de del gobernador a cargo.
En 1895 se ocupa de la gobernación por ser elegido Senador, el titular del ejecutivo provincial. Termina su mandato enfermo y muere en San Juan el 13 de octubre de 1900. Su obra fue resumida por Luis Castro Bustos en 1939 en su libro “Justo Castro, gobernador de San Juan y su influencia en el desarrollo de la industria vitivinícola del país''''''''”.
Muy pocos lo recordaban como pionero en la vitivinicultura nacional, sí a otros ilustres hombres extranjeros, pero ello fue a posterior a Justo Castro.
Fuente: portaldesalta.gov.ar
Ver artículo de Fundación Bataller
-- Antaño Don Justo Castro. Por Rufino Martìnez