Familia Oro

Des Pocityo, los Oro guitarrearon y cantaron al ritmo de la cueca cuyana durante más de un siglo.

Quizás los acordes que escuchaban desde la panza o las reuniones familiares o de amigos que terminaban siendo una fiesta, fueron las circunstancias que llevaron a los Oro a guitarrear y cantar al ritmo de la cueca cuyana durante más de un siglo. Gracias a don Raúl, "el patriarca del folclore" -tal como lo apodó su pueblo-, hoy los sanjuaninos siguen siendo testigos de la música que suena al ritmo de la cuarta generación del clan pocitano.

Aunque no era cantor "de escenario", Raúl fue reconocido porque su condición artística condujo a que su casa sea centro de reuniones de reconocidos cantores del palo, no sólo locales sino también nacionales en la década del 60. "Uno de los que pasó por ahí fue Atahualpa Yupanqui", cuenta su nieto Eduardo, quien recuerda que de ese lugar ubicado en Mendoza y Calle 10 también salieron cantores como el dúo Flores- Navarrete y Minguez- Barboza.

Sin dudas, el talento del patriarca fue heredado por sus 11 hijos, pero sólo Osvaldo, Víctor Manuel y Pinono tomaron la posta de forma profesional. Así nació "Los gajos de oro", el grupo que trascendió los límites geográficos de San Juan con sus interpretaciones de autoría propia y populares.

Pero los Oro siempre se propusieron seguir con este legado que mamaron desde la cuna. Claro, una tradición familiar que no fue impuesta por sus miembros, sino elegida con el corazón.

Los nietos del abuelo pocitano crecieron y hace casi 20 años, los hermanos César, Eduardo y Darío formaron "Los gajos de Pinono", nombre artístico que eligieron en honor a su papá.

La tercera generación también extendió su legado hacia otros territorios del país, incluidos los festivales nacionales más populares como Cosquín y Jesús María. Así, entre las numerosas presentaciones, el trío sumó inesperadamente un invitado. Con apenas dos años, Manuel (hijo de Eduardo) conquistó al público con su guitarra y su tierna voz. Hoy, 6 años más tarde, el pequeño estudia guitarra y acompaña a sus antecesores en shows junto a Matías, su hermano menor.

Con este panorama, parece que hay Oro y folclore para rato. Es que más allá de lo que la sangre tira, "somos cantores del alma, eso es lo que se transmite y se siente en nuestra familia", dice orgulloso Eduardo.

Fuente: Diario de Cuyo

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Los Gajos de Pinono con el representante de la generación más joven: Manuel, Eduardo, César y Darío Oro. Fuente: Diario de Cuyo.
2- Una postal del cariño. Pinono canta junto a sus tres jóvenes hijos, sus gajos Eduardo, César y Darío. Fuente: Diario de Cuyo.
Osvaldo, Víctor, Manuel y Pinono Oro. Fuente: Diario de Cuyo.