Historia de San Juan
El amanzanamiento del Departamento 25 de Mayo (San Juan)
Si se observa un plano del valle central de San Juan llama la atención el orden en que están dispuestos grandes porciones de terreno en forma regular en el Departamento 25 de Mayo, que contrasta con la distribución irregular de la mayoría de las tierras que lo circundan. Esta forma ordenada del paisaje responde a un determinado propósito.
Desde la Revolución de Mayo las tierras ubicadas en 25 de Mayo pertenecían al gobierno de la provincia. Pocos años después, en 1822, fueron denunciadas como terreno fiscal por el médico norteamericano Amán Rawson, quien solicitó su compra para formar una colonia. Concluido el trámite y obtenido los títulos se formó una sociedad conocida como "La Compañía" (integrada por el Dr. Amán Rawson, Tadeo Rojo, José María Torres y Juan Guilles) que poseía 35.458 cuadras en el paraje conocido como "Rincón Cerrado" (hoy Caucete y 25 de Mayo) en la margen izquierda del río San Juan.
El Dr. Amán Rawson intentó constituir una colonia en tiempos del General Benavídez, pero no prosperó. Posteriormente Domingo Faustino Sarmiento, durante su gobernación en San Juan, fomentó el establecimiento de una colonia agrícola. El 1 de diciembre de 1862 promulgó una ley que lo autorizaba a expropiar 8.000 cuadras para este fin, dotándolas con regadío. Las tierras elegidas fueron las que antiguamente había comprado "La Compañía”.
Sarmiento encargó a un empresario inglés la contratación de colonos. Además pidió el apoyo oficial al Ministerio del Interior de la Nación, que en ese momento era ejercido por el Dr. Guillermo Rawson (hijo de Amán Rawson) quien conocía las tierras en cuestión. Este nuevo intento también fracasó de recursos, pero la idea de colonización persistió.
Para lograr un aprovechamiento racional de las tierras era necesario planificar su desarrollo. El amanzanamiento fue la forma de ordenación escogida. Éste consistía en abrir calles perpendiculares a cierta distancia en forma regular, con el fin de facilitar la circulación y el establecimiento de la población.
En 1888 Felipe Victora (hijo) realizó el deslinde, mensura y amanzanamiento de los campos ubicados al sur de Caucete. Para ello se basó, entre otras fuentes, en un convenio firmado entre los accionistas de la sociedad en 1860. Según las instrucciones del convenio se debían trazar las calles cada 20 cuadras (2.568 metros), pero creyéndolo conveniente para facilitar la circulación, el perito trazó las calles cada 10 cuadras (1.284 metros).
Con el mismo criterio Victora amplió el ancho de las calles de 30 varas (25,08 metros) a 30 metros en las secundarias y de 40 varas (33,44 metros) a 40 metros en las calles principales, aquéllas que consideraba estaban destinadas a recibir una mayor circulación o por existir en ellas un canal de regadío.
Las bases para trazar el amanzanamiento fueron determinadas por dos ejes que continuaban el trazado de Caucete. Para el eje norte-sur se tomó la línea paralela que mejor armonizaba con la calle principal de Caucete (calle Independencia, actual calle La Plata). Para determinar el eje este-oeste se tomó como base la calle divisoria entre la Primera Sección (Caucete) y la Segunda Sección (Distrito 25 de Mayo), actual calle Divisoria. Como esta línea cortaba varias propiedades, el perito debió ser auxiliado por la fuerza pública para poder llevar a cabo su misión.
Después de determinar los ejes se estableció el punto de arranque para el amanzanamiento, trazándose doce calles sobre el eje norte-sur y siete calles sobre el eje este-oeste. El terreno estaba cubierto por espesos montes, por lo que fue necesario abrir trochas siguiendo las direcciones acordadas. Las esquinas fueron señaladas mediante mojones rojos de algarrobo, que en su parte superior tenían inscriptos los números correspondientes a cada manzana.
Con la numeración de las esquinas quedaron bien establecidas sobre el terreno 64 manzanas de 100 cuadras cuadradas, pertenecientes a los accionistas y a otros propietarios que habían adquirido tierras en el Distrito 25 de Mayo. Muchos de estos propietarios esperaban el amanzanamiento para cultivar sus terrenos porque querían estar seguros de la ubicación de las sementeras. El resto de las tierras permaneció indiviso.
Con posterioridad se agregaron nuevas manzanas al trazado original y se establecieron, dentro de los terrenos amanzanados, zonas para la constitución de poblados.
El profesor Guillermo F. Genini ha sido recientemente honrado con la Medalla de Oro y Diploma de Honor de la Academia Nacional de la Historia (Promoción 1992 – 1993 UNSJ) por su sobresaliente desempeño en las asignaturas correspondientes a la historia argentina y americana durante la duración de su carrera.
Fuentes:
* Castro Bustos, L. Justo Castro, Gobernador de San Juan y su influencia en el desarrollo de la industria vitivinícola del país, Buenos Aires, Talleres Gráficos Argentinos, 1939.
* Videla, H. Historia de San Juan, t IV. Buenos Aire; Academia del Plata, 1976.
* Guerrero, C. Dr, Amán Rawson. Un apóstol de la medicina. San Juan, Sanjuanina, 1971.
* Archivo de la Dirección de Geodesia y Catastro.
* Archivo Histórico y Administrativo de San Juan.
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